Confesiones de una abortadora de repetición

FANY

Al principio me daban cada 3 minutos, luego cada 2 y a la hora ya tenía contracciones cada 30 segundos, si, cada 30. No terminaba de pasar una contracción cuando me volvia a dar otra.
Más tarde tuvimos otra gran susto, mi nena empezó a bajar la frecuencia cardiaca con una contracción de 140 latidos paso a 90, de nuevo los matrones en mi habitación con mala cara. Yo me quería morir, no me podía estar pasando a mí.
Hablaron con los gine y viendo la frecuencia de mis contracciones decidieron ponerme prepar para frenarlas, medicación que no hizo nada de efecto.

Tras esto volví a ser explorada por el gine serían las 17 mas o menos y nada, ningún cambio, yo ya empezaba a pedir una cesarea. Viendo que no dilataba, que dolía mucho y que mi nena estaba sufriendo estaba desquiciada. Pero el gine no daba importancia a ninguno de mis temores.

A la hora viendo que el prepar no había hecho nada de efecto vinieron con una medicación bastante más fuerte, me pusieron una dolantina (analgésico opiode) que me dejo como si estuviese borracha, no podía hablar, ni abrir los ojos, estaba lacia (como decimos aquí por el sur). Bendita medicación pensé, el efecto duró una hora y tras ello de nuevo el sufrimiento.
YO lloraba de dolor, me parecía surrealista que me tuvieran allí sufriendo tanto.
A las 20h el gine de nuevo, otro tacto y nada, ni cuello ni dilatación ni na de na. Mientras tanto otro cuadro de bradicardia de mi nena.
Yo pedía explicaciones pero el gine me decía que no había nada que indicará hacer una cesárea, asi que se volvió a marchar.
Nada más salir el gine rompí la bolsa, un dolor agudo que precedía a un líquido calentito que llegaba hasta a producir alivio.
Ahí estaba mi madre conmigo que llamó a mi matrón, cuál fue mi sorpresa que aparecen dos y me miran y me dicen que el líquido está teñido. No me lo podía creer, por qué todo lo malo me estaba sucediendo a mí.