Respuesta: Para las embarazadas que tenemos y amamos a los animales
hola Mini! te cuento la experiencia con Lucía (hija humana) y Balto (hijo perruno..jejeje). Balto tenía un año cuando me quedé embarazada y era el niño mimado de la casa. Todo mi tiempo libre era para él. Cuando tuve a Lucía hice todo lo posible para que su rutina no cambiara....es es la CLAVE.
Cuando llegamos con la niña del hospital, lo típico, las abuelas que el perro para el patio...NO! el perro en el salón, como siempre, aunque haya que estar pendiente de él por la niña y las visitas (a la que no le gusten los perros, pues que no venga a mi casa). La rutina de la hora de la comida, pues igual que siempre, y el tema de salir a la calle, pues lo mismo. Al principio me las vi y me las deseé para cumplir con la rutina del perro y la nueva rutina de la niña, pero con paciencia y ganas nos fuimos adaptando TODOS. El perro aprendió a salir al lado del coche capota y a respetar que él tenia sus cosas y que la niña las suyas, y que las de la "nena" no se tocan.
Lo que NUNCA hay que hacer es dejar al animal de lado, porque entenderá que sus atenciones se han aminorado por culpa de ese ser nuevo, y es entonces cuando le cogerá tirria a la criatura y no sabemos por dónde puede salirnos un perro celoso (es mejor no tentar a la suerte).
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